Visita al Retiro



 ¡Cuánto hemos disfrutado de esta salida al parque de El Retiro! Hacía frío, pero lo que nos contaban era tan interesante que las dos horas se nos han pasado muy rápido. 

Aquí os dejamos el itinerario que hemos hecho por si algún valiente quiere tomar el papel de guía y hacerlo un fin de semana con familia o amigos.

Entramos al parque por la puerta de Felipe IV, la parte más antigua del parque porque es donde estaba el palacio. Hoy solo nos queda el salón de baile, todo lo demás de fue perdiendo por la mala calidad de los materiales que se usaron. El salón de baile es el Casón del Buen Retiro, que pertenece al Museo del Prado.



Al subir las escaleras vemos unas casitas que utilizan los jardineros para guardar las herramientas. Antiguamente eran puestos de guardia para proteger a la familia real. 

Fijaos también en la farola del año 1832, fue de las primeras que se pusieron en el parque cuando pasó a estar abierto para los ciudadanos. 



Y también vemos el parterre, un jardín hecho a imitación de los jardines franceses. Al principio eran huertas. En este jardín está el árbol más antiguo de Madrid, el ahuehuete. Es un árbol que procede de Méjico y dicen que se salvó de la tala que hicieron los franceses durante la guerra de la independencia porque en su fuerte y ancho tronco se apoyaba un cañón. 









Además del ahuehuete, podemos ver en el parterre laureles, cedros y unos cipreses con una forma especial. Para seguir el estilo francés, los jardineros de la época podaban estos cipreses de una forma más redondeada y hoy en día los vemos así.




Al alejarnos del parterre y adentrarnos en el parque vemos a lo lejos el ahuehuete y los cedros.







Nos encontramos ahora con un paseo de castaños de Indias. ¡No os comáis el fruto! ¡No está rico y es tóxico!



Llegamos ya al estanque, la zona quizás más conocida del parque. Allí vemos carpas y patos azulones. Pero recordad que la hembra es marrón. Antes de llegar vimos también urracas y gorriones.











Al llegar al estanque pasamos por la fuente de la Alcachofa, en la que se ve el emblema de Madrid: el oso y el Madroño.

Nuestra siguiente parada fue el palacio de cristal. El edificio fue un invernadero dedicado a acoger plantas procedentes de las Filipinas. En su estanque vimos a Luna, la cisne Negro del Retiro y unos árboles muy singulares, los cipreses del pantano. ¡Están metidos en el agua!



















Terminamos el recorrido buscando hojas de roble para trazarlas en nuestros cuadernos.



Cuando vayáis al Retiro no os olvidéis de visitar a los pavos reales en los jardines de Cecilio Rodríguez o de llevaros los patines y dar una vueltas en el pasaje de carruajes.







¡Feliz fin de semana!